Historia, despedida y emociones

El día sábado 14 de noviembre se realizó en las instalaciones del Club CASA de Padua, la Sexta Edición del  Seven de camadas (rugby), con gran asistencia y mejor clima, todas las categorías del plantel superior disfrutaron un día de amistad, compañerismo y rugby a pleno sol.

El popular certamen que mescla una sensación de competición y nostalgia reúne a los equipos de primera de CASA de los últimos años.

Hoy no es tiempo de pensar en el descenso, sino de disfrutar el dia, y recordar viejos tiempos, el resultado es simplemente una anécdota, aunque no podemos dejar de mencionarlo:

Copa de Oro: Camada 92 A vs Camada 78/79/80. 

Campeón: Camada 92 A

Copa de Plata: Camada 89/90 vs Camada 91.

Campeón: Camada 89/90.

Copa de Bronce: Camada 96 vs Camada 88.

Campeón: Camada 88.

Copa Incentivo: Camada 92° B vs Camada 74/77. 

Campeón: Camada 92 B.

Esta vez incluyo la despedida de Cristian Uberti, un histórico y reconocido jugador del CASA, quien una vez terminado el evento manifestó: “Ufffff...y al final fue un gran día... ya pasaron 8,30hs desde que me fui del club y me empiezan a caer todas las fichas y entendí que NADIE se despidió.... el estar ahí y ver como 53 jugadores de Rugby rejuvenecían entre 15 y 35 años fue emocionante...la DESPEDIDA fue un merecido REENCUENTRO para todos...EL RUGBY NOS HACE FELICES ,Y HOY NO NOS DECEPCIONÓ. 

EL QUE MIS AMIGOS PENSARAN EN ESTO, ya me daba vergüenza, pudor, siempre fui un aceptable suplente y encare mi vida en el plantel superior de esa manera, siempre listo y a disposición del entrenador. Tuve la suerte de jugar muchos partidos importantes de titular, y eso estuvo bueno...pero hoy al ver tantas glorias juntas estar presentes, la vergüenza se transformó en orgullo. Inclusive Enormes jugadores como el Uru Sanabria y el Negro Acuña me dieron el honor de jugar con ellos.

Gracias HOY SIN DUDA FUE UN GRAN DIA....y eso está bueno.” A través de su cuenta de Facebook

El rugby de CASA se vistió de fiesta, para sacar el sabor amargo de este año y soñar con un 2016, mucho mejor y lleno de éxitos.

Marcelo Coccaro